López-Aguilar y Catalá se citan en la UIMP para hablar de la Justicia como materia de Estado

Viky y exministros

El encuentro organizado por Abogacía Española en Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) ha reunido a Juan Fernando López-Aguilar, quien desempeñó el cargo de ministro de Justicia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero entre 2004 y 2007, y a Rafael Catalá, que fue, desde el 29 de septiembre de 2014 hasta el 1 de junio de 2018, ministro de esta área también, para debatir sobre el Pacto de Estado.

Esta jornada, que ha sido conducida por la presidenta de la Abogacía, Victoria Ortega, está está enmarcada en un curso de verano de la UIMP que versa sobre el Pacto de Estado suscrito en 2001 y en el que se celebran varias mesas redondas y conferencias en las que se tratan diversos temas de actualidad jurídica.

Así, López-Aguilar, que actualmente es diputado del Parlamento Europeo, ha destacado “la dificultad sobre reflexionar” acerca de la Justicia, una rama del Gobierno que la ha catalogado como “una materia de Estado”.

“La visión de la Justicia es la de una cartera que se enmarca en primerísima línea del Estado. Es uno de los ministerios que lo preside. Es una materia del Estado donde las haya, y es además especialmente complicada y compleja, incluso a la hora de su visualización. Para ello, hace falta sofisticar un poquito el ángulo de tiro y cobrar distancia para entender su envergadura, ha dicho el exministro socialista.

También ha afirmado que la justicia no la forman “solo jueces, sino que es mucho más». En ese sentido, ha puesto el valor la “mucha gente” que está trabajando por y para esta rama estatal.

Además, ha opinado que el estado y las comunidades autónomas ejercen competencias en justicia de una “forma rabiosamente simétrica”, mientras que lo ha extrapolado a nivel continental, y ha dicho que “ningún ministro de Europa puede tomar decisiones sin que le caiga encima el Tribunal Europeo”.

López-Aguilar ha subrayado que “hay que pensar y hacer una verdadera política de estado judicial”, en el que esté orientado a la “resolución de disputas para evitar un deterioro de la calidad del circuito representativo”.

“Hace falta liderazgo político con mucho cuajo que pueda ordenar la situación”, ha continuado el socialista, quien ha recordado que él negoció varias leyes con un ejecutivo del Partido Popular (PP) con mayoría absoluta.

“A ese gobierno yo ofrecí algunos entendimientos básicos. En concreto, en materias concretas al alcance de todos. Fue una aproximación pactada, alargada y estable”, ha dicho López-Aguilar.

Para concluir, y al hilo de esto último, ha opinado que está “convencido de que un acuerdo no perjudica, sino que beneficia al sector” “Los acuerdos hacen falta de una manera u otra, pero tampoco puedo decir ni cuándo ni cómo”, ha añadido.

Por su parte, Catalá ha señalado que durante los últimos 45 años, entre el PP y el PSOE ha habido “consenso, diálogo y concordia”, lo que ha supuesto un “reflejo de la constitución de 1978”.

“Nos hemos puesto de acuerdo en educación, política fiscal, pensiones, etcétera, etcétera”, ha añadido el popular, quien ha lamentado que “con la aparición de fuerzas políticas se ha complicado todo”.

“Durante mi mandato se hicieron reformas legislativas que fueron alcanzadas por unanimidad. Lo que supuso un éxito político, tanto para el gobierno de turno como para el resto de la Cámara”, ha dicho.

Por tanto, ha deseado que después de las elecciones del próximo 23 de julio se forme un Gobierno que “fomente grandes pactos de Estado, porque los bloques son muy peligrosos, y cuando chocan hay consecuencias imprevisibles”.

Asimismo, ha reflexionado sobre la “importancia” del pacto entre PP y PSOE, pero Catalá va a más y se plantea la creación de una “estrategia nacional de Justicia, en la que estén la sociedad, los profesionales de la justicia y las administraciones” “Es más complejo, pero creo que es absolutamente necesario contar con ella”, ha añadido.

De igual modo, ha criticado que “en los últimos años se han visto cosas intolerables, impropias de una justicia de calidad”, por lo que ha abogado por “reformar intrínsecamente la estructura judicial”.

“Hay que diseñar un modelo profesional más complejo y más maduro”, ha dicho Catalá, quien ha afirmado que cree “firmemente” en que España tiene “una justicia eficaz y rabiosamente independiente”.

Sin embargo, ha lamentado que esa reflexión “no la piensan el resto de los españoles”. “Eso es lo que algo hemos hecho mal, porque los ciudadanos no creen en la independencia de la justicia”, ha apostillado Catalá.

Por último, la presidenta de la Abogacía, Victoria Ortega, ha conducido un pequeño debate entre ambos exministros, donde se ha tratado la digitalización de la justicia y su transición, la independencia de la justicia desde el carácter mediático, político, jurídico y social, y la simplificación de procedimientos en la justicia.

 

 

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